Si los reportes dictan que los únicos dos miembros de The Doors que mantienen vivo al grupo tuvieron que salir a buscar un nuevo reemplazo para el rol de Jim Morrison (luego de la partida del aceptable Ian Astbury de The Cult), su elección no tiene muchos fundamentos: o el casting fue demasiado apresurado o simplemente se trata de tipos demasiado generosos.
Rebautizados por problemas legales como Riders on the storm, el tecladista Ray Manzarek y el guitarrista Robby Krieger presentaron anoche a Brett Scallions, ex voz de la banda norteamericana Fuel, ante 4 mil personas en el teatro Caupolicán: un tipo de un cometido discreto, de escasa presencia escénica, exiguo carisma y un registro limitado (prácticamente su voz se vuelve un grito destemplado cuando intenta llegar a los tonos altos de Morrison en "When the music's over"). No basta con la valentía y las ganas para revivir a Morrison: también se requiere una prestancia artística para dominar el escenario que en Scallions escasea.
antes de la llegada de Brett ScallionsA cambio, la banda aún tiene en Manzarek y Krieger a dos veteranos que manejan con destreza los códigos del blues y el hard rock, convirtiendo en piezas de delicada furia temas como "Riders on the storm". Son los encargados de mantener encendido el fuego de su leyenda. Aunque sea bajo el apuro de revivirla a como de lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario